Pues yo difiero, (creo que es sano).
A mí me encanta la competición. Compito hasta en el ascensor por ver si aprieto antes el botón; parezco tonto.
Pero me encanta conocer todos los intríngulis y el por detrás de todo lo que conlleva la competición, además de una carrera en sí misma. El porqué se hizo algo de esa forma, porqué ese coche adoptaba determinada configuración técnica, la explicación del ingeniero, del diseñador, del mecánico, del piloto y del copiloto, que tiene un punto de vista distinto; porqué se fichó a ese piloto y no a otro que parecía mejor... en definitiva, el conocimiento de todo lo que envuelve un reto deportivo.
Para mí, que el pobre Motor Clásico actual fuera todo competición sería ideal. De hecho, devoro Turiní y Todoracing, que es lo que nos queda en este ¿país?