Alfa Romeo 90 2.0i

Después de doce años de permanencia en el mercado, el Alfetta, la berlina de categoría media-alta de Alfa Romeo, ha sido reemplazada. Su sucesora es el Alfa 90, que fue presentado durante el pasado mes de septiembre a nivel mundial y que ahora acaba de ser comercializado en nuestro país.

Son cinco las versiones que se producen de este nuevo modelo, de las cuales solo las tres más altas se importan en España. Son la equipada con el motor de cuatro cilindros y dos litros, de inyección; la V-6 de dos litros y medio, también con inyección, y la turbodiésel.

Para esta primera prueba hemos escogido la de motores de dos litros con inyección, con la que además se puede establecer una comparación con el modelo precedente, puesto que en las últimas series también comenzó a montar este mismo motor y en cambio nunca llevó el V-6.

Muy compacto de medidas aunque no lo parezca, el Alfa 90 ofrece una habitabilidad netamente superior a la de su antecesor. Su carrocería, diseño Bertone, conjuga bien las líneas actuales con el clasicismo que buscan los usuarios de coches de este nivel. Sus líneas resultan muy agradables y son fáciles de asimilar salvo en su vista trasera en la que el hueco de la matrícula, centrado entre el perfil superior del maletero y el paragolpes, resulta un poco inhabitual y hace que esta parte trasera resulte visualmente más alta de lo que realmente es.

El coche en sí mantiene casi todas las características que distinguen a los Alfa Romeo. Y decimos casi porque si bien es rápido y su comportamiento es el habitual en los coches de la marca, voluntariamente se le ha hecho perder una buena dosis de vivacidad, escogiendo unos desarrollos relativamente largos para su caja de cambios. Por otra parte, también se nota una clara diferencia en la presentación y el acabado, sensiblemente más cuidado y efectuado con materiales de mejor calidad.

MECANICA ****

El motor de cuatro cilindros y dos litros que emplea esta versión es el ya conocido motor Alfa, casi de toda la vida, que emplean también en competición muchos monoplazas de Fórmula 3. Inicialmente alimentado por carburadores -tal configuración mantiene en el Giulietta- en las últimas series del Alfetta se le aplicó un sistema de inyección, que ha sido mantenido en el Alfa 90. Este sistema de inyección y encendido electrónicos con variador de fase mejoran sensiblemente el rendimiento del motor, bajando los consumos. El motor hace gala de una excelente capacidad de recuperación desde muy bajos regímenes, gracias a lo cual soporta bastante bien los desarrollos largos de que hablábamos al principio y que anulan el nervio que sin duda tiene. El motor sube de vueltas bien, pero sin nervio.

La prueba de que los desarrollos son largos está en que la velocidad máxima la hace en cuarta y no en quinta. Probablemente debe ser la primera vez que esto ocurre en un Alfa Romeo. Sin embargo, la cifra en sí es buena. Se rozan los 190 kilómetros por hora, que es la cifra anunciada por el fabricante. Las aceleraciones son también correctas, mientras que, lógicamente, los reprises se resienten mucho.

PRESTACIONES

La otra cara de la moneda son los consumos, en los que los desarrollos largos tienen también su responsabilidad. Las cifras que hemos obtenido son particularmente bajas y confirman las anunciadas por el fabricante.

CONSUMO (L/100 KM)

Mezclando ambas cosas, todo parece indicar que en esta ocasión Alfa Romeo, al menos en esta versión, ha querido ofrecer un coche suave y tranquilo. Un coche razonable en todo, incluido los consumos. Y lo ha conseguido incluso a nivel de ruidos. El motor ha sido bastante bien insonorizado. Solo alrededor de las 5000 revoluciones por minuto, el ruido que produce comienza a ser algo molesto. En lo que a vibraciones se refiere, solo se acusan al ralentí.

Para terminar, debemos hablar del cambio. Al margen de que se hayan escogido desarrollos relativamente largos, cosa inhabitual en la marca, hay que destacar la mejora sustancial que se ha introducido en el manejo del cambio. Aunque toda la transmisión es la misma del viejo Alfetta, de los GTV y de los Giulietta, con el cambio-diferencial formando un conjunto sobre el eje trasero para conseguir un mejor reparto de masas. Esta colocación, por lo largo de la timonería de la palanca, hacía que el manejo del cambio no fuera nada agradable. En el Alfa 90 se ha mejorado mucho el sistema, consiguiendo que los recorridos de la palanca sean menores, que desaparezcan las vibraciones a que ésta se veía sometida, y se ha cambiado la sincronización de la primera para evitar que rasque cada vez que se la engrana a coche parado. Pese a todas estas mejoras, la primera, aunque no rasque, sigue ofreciendo una cierta dificultad a que se la engrane a coche parado, y la manejabilidad en general todavía podría mejorarse ofreciendo una mayor suavidad y recorridos todavía más cortos y precisos.

FICHA TECNICA

COMPORTAMIENTO ****

El comportamiento del Alfa 90 es típico de la marca. Pese a ser tracción trasera tiene una clara tendencia a derrapar de morro a la entrada de las curvas que aparece incluso a velocidades normales, de la que es responsable en parte la excelente capacidad motriz que le confiere el eje trasero De Dion. Rodando muy al límite, este deslizamiento a la entrada en curva del eje anterior se cambia por un suave y progresivo derrapaje del eje posterior. Puede decirse que el comportamiento del Alfa 90 es excelente, aunque sobre pavimento irregular se sienten algunas reacciones del eje trasero -particularmente cuando se acelera- que afectan más al confort que a la estabilidad.

Los frenos, de disco en las cuatro ruedas -los traseros centrales, a la salida del diferencial- son muy buenos. Solo frenando muy fuerte se llega a bloquear los frenos traseros. Las pérdidas de eficacia por fatiga son mínimas.

FRENOS

La dirección es de cremallera asistida. Pese a ello, el conductor mantiene una buena dosis de tacto, lo que no es habitual en direcciones asistidas en las que la excesiva suavidad hace que no se “sienta” el coche a través del volante. Se le puede reprochar el ser un poco lenta, aunque no hay que dejarse engañar por la tendencia a seguir de morro a la entrada de las curvas que tiene el coche, de la que hemos hablado más arriba.

En lo que se refiere al confort, la suspensión es relativamente suave, sin que esto se traduzca en mareantes bamboleos.

Como el nivel sonoro se mantiene en límites aceptables salvo a altas revoluciones, solo esos esporádicos rebotes del eje trasero que hemos mencionado perturban en ciertos momentos el buen confort general.

SONORIDAD

CARROCERIA ***

El Alfa 90 es algo más corto y más ancho que el viejo Alfetta. La presentación exterior es buena, habiendo desaparecido el exceso de plásticos que caracterizaron a las últimas versiones de aquel. Puede decirse que el coche resulta bastante elegante. Hay que destacar de su exterior por la deriva móvil del morro, cuya superficie y apoyo aerodinámico aumenta en función de la velocidad.

Las cuatro puertas abren suficientemente como para permitir una buena accesibilidad a las plazas interiores. Las delanteras son muy amplias, con un recorrido de guías de asiento de quince centímetros. Las traseras son más normales. El espacio para las piernas de los ocupantes es bueno, pero el que debería quedar para un eventual tercer pasajero es reducido. Además, la plaza central se ve disminuida todavía más por el árbol de transmisión, que sin ser excesivamente voluminoso, resta un espacio considerable.

El conductor se encontrará a gusto, como ocurre en todos los coches de la marca, al volante del Alfa 90. Aunque el asiento no tiene regulación en altura, si la tiene la columna de dirección, lo que permite encontrar una postura conveniente. La visibilidad es correcta en todas direcciones. Hacia atrás está reforzada por dos retrovisores exteriores y el interior. El alumbrado es correcto tanto en corta como en larga.

Los asientos son bastante confortables. Los delanteros sujetan bien a sus ocupantes y tienen formas bastante anatómicas. La inclinación del respaldo se regula eléctricamente.

El salpicadero es funcional y atractivo. Es ingenioso el acoplamiento del maletín en el salpicadero. El cuadro de instrumentos, en esta versión, está compuesto por relojes tradicionales. El digital se ha reservado para la versión V-6. Personalmente nos parece este de más clara y fácil lectura.

La instrumentación es completa y está complementada por un panel de comprobación. Los mandos quedan bien a la mano del conductor. Los de los elevalunas en el techo resultan un poco difícil de encontrar cuando no se está habituado.
La climatización es buena y bastante eficaz tanto cuando se trata de calentar como de ventilar. Los sistemas de desempañado y desescarchado del parabrisas funcionan eficazmente.

La presentación interior -salpicadero, puertas, techo, etcétera- es francamente buena. Se nota la utilización de materiales de calidad.

El maletero es amplio, aunque los pasos de rueda y la toma del depósito de gasolina roban algo de sitio.

EQUIPAMIENTO

FRENTE A SUS RIVALES

Son seis los rivales de este coche, tanto por precios como por motor.

Son los BMW 320i y 520i, el Mercedes 190 E, el Saab 900 GLi, el Lancia Trevi 2000 EI y el Volvo 360 GLE. El Alfa 90 2.0 Inyección es el más potente de todos ellos. En cambio cede ante el BMW 520i y el Mercedes, en habitabilidad. Pero hay que tener en cuenta que estos son sensiblemente más caros. Hablando de dinero, el Lancia es el más barato y tiene un motor solo seis caballos menos potente que el del Alfa. En cambio es el más antiguo de los modelos enfrentados y el más reducido interiormente.

Los dos coches más semejantes en todo son el BMW 320i y el Volvo. Este último se queda un poco descolgado en prestaciones a causa de una potencia inferior de su motor, mientras que el Alfa se impone a ambos en habitabilidad.

· Texto: S. Piccione. Fotos: R. Rodríguez (MOTOR 16 nº 67, 7 de febrero de 1985)

· Gracias a Jose Fidel por enviar el reportaje.