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Peugeot 205 GT
Si de algún modelo de coche se puede decir que despertaba un inmenso interés antes de su salida al mercado, éste es el Peugeot 205. Su interés venía motivado por el hecho de que en nuestro país se conocía a la perfección por todo lo que se ha hablado de su homólogo francés desde que fuera presentado justo hace un año en Marruecos. Luego, tras la noticia hace algunos meses de la salida del modelo español, el público español experimentó una pequeña decepción al saber que el motor que equiparía al modelo de gasolina no iba a ser el Douvrin sino el que equipa al Horizon y ya equipara en su día al Simca 1200; decepción unida a una mayor expectación si cabe, para ver si tal motor podía o no compararse al francés.
Ahora, tras su recentísima comercialización, la duda se ha despejado. Son comparables, aunque algo más ruidosos, e incluso más potentes, con lo que incluso pueden suponer una ventaja. Realmente es un coche destinado a batir records de venta en nuestro país.
Hemos querido que fuera precisamente el modelo más evolucionado de los “205" fabricados en Villaverde el primero en pasar por nuestras páginas, el GT, por ser el que mejores prestaciones ofrece y, al mismo tiempo, el que mejor puede satisfacer los deseos de mayor número de usuarios. Esto no significa ni mucho menos que pensemos que sea el que más se venda, en detrimento de las otras dos versiones, sino simplemente que es el más desarrollado de la gama. Precisamente, coincidimos con Peugeot-Talbot cuando afirma que será el GR Confort, por ser el modelo intermedio de la gama, el que cale más hondo en el conductor medio español; por lo menos hasta la llegada del modelo Diesel, por el cual existe verdadera obsesión, y que a buen seguro obtendrá un éxito resonante cuando sea fabricado en España; para lo cual, esperamos, no habrá que esperar mucho tiempo.
El Peugeot 205-GT tiene una carrocería que gusta, eso es indudable y se ha constatado día a día por la atracción que despierta en las calles a su paso. Realmente la estética no es más que cuestión de gustos, y en el caso del Peugeot 205 creemos que no escapa a lo dicho. En un principio, a mí, personalmente, no me acababa de convencer; pero con el tiempo he entrado por ella y ahora me parece realmente atractiva.
El Peugeot 205 es un coche de 3,70 metros, de cuatro puertas y portón trasero, en la ya clásica disposición de dos volúmenes, y de formas muy compactas por el hecho de lo pequeño de sus voladizos delantero y trasero.
Los laterales se caracterizan por lo bajo de su cintura —lo que favorece la visibilidad—, por unas bandas de protección de caucho, una fina línea de color y el anagrama del modelo —GT— colocado tras el paso de rueda delantero. La imagen general del coche se completa por las llantas, en chapa de serie, aunque en el modelo de pruebas llevaba las de aluminio opcionales; unas y otras de bonito diseño.
INTERIOR AGRADABLE, PERO JUSTO
Lo primero que puede decirse del interior del Peugeot 205-GT es que resulta muy agradable; lo segundo es que, a pesar de gozar de una buena habitabilidad para el tamaño que tiene, resulta un poco justo en sus plazas traseras. Se nota rápidamente el cuidado que han puesto al diseñarlo para que los ocupantes de las plazas delanteras se encuentren lo más cómodos y amplios posible. En efecto, estas plazas son muy amplias y con unos asientos de la dureza justa para que sean confortables, además de sujetar bien el cuerpo. No se puede decir lo mismo de las plazas traseras. Estas se hallan condicionadas por un asiento algo bajo y por un espacio para las piernas algo reducido a nada que la altura de los ocupantes supere el metro sesenta. En cuanto al maletero, se encuentra con el mismo problema debido a lo bajo de la cintura del coche, y así, con la bandeja colocada, el espacio para equipajes no es muy grande, a lo cual también afecta el hecho de lo corto del voladizo posterior. Sin embargo, gracias al abatimiento completo o por mitades del respaldo del asiento, la versatilidad de carga es grande. Por otra parte, el acceso de los bultos a él se ve muy beneficiado por el gran portón que termina a ras de la base de aquél.
El plástico, como es norma hoy en día, cubre todo el salpicadero, aunque su apariencia es realmente agradable, con lo que la sensación negativa de aquél no se hace notar. El cuadro de instrumentos es claro y muy visible, gozando, como el resto del coche, de un acabado tan excelente que hace olvidar la leyenda negra que sobre los productos de Villaverde existía a este respecto. Todos sus instrumentos e interruptores se encuentran al alcance de la mano y son fáciles de accionar. El diseño de la consola central es agradable, comportando en ella, además del reloj electrónico digital y un cenicero que se abre con la simple presión de un dedo (lo cual es realmente cómodo), todo el sistema de calefacción-ventilación (de gran efectividad), un hueco para objetos y un radio-cassette —opcional— que funciona de maravilla. Sobre el espejo retrovisor se encuentra la luz interior general y dos cómodos lectores de mapas.
Los paneles interiores de las puertas son de discreto y bonito diseño, comportando los anteriores dos bolsas portaobjetos rígidas que llevan, en su parte delantera, los dispositivos de accionamiento de las ventanillas eléctricas (opcionales, aunque presentes en la unidad de pruebas, lo mismo que las cerraduras centralizadas).
La visibilidad general en todas las plazas del 205 es perfecta, gracias a lo grande de sus ventanillas, a lo bajo de la cintura del coche y a la ausencia de puntos muertos. Es, pues, en resumen, un interior sumamente agradable y luminoso.
EXCELENTE, PERO RUIDOSO MOTOR
El motivo de desencanto (cuando se desvelaron sus características) de los posibles usuarios del 205 español se refería precisamente al motor, que no era el mismo que el del modelo francés, sino el de la gama Simca montado en los Horizon. Pero ante esta duda de los usuarios podemos garantizarles que no es motivo de tal susto, pues se trata de un motor excelente, de un gran rendimiento y de unas francamente buenas prestaciones, al que sólo se le puede poner un pero, y es que a altas revoluciones resulta ruidoso.
Las razones que han llevado a Peugeot-Talbot a montar este motor en lugar del Douvrin no son otras que el conseguir un grado de nacionalización lo más alto posible en el coche sin que por ello el producto se viera perjudicado y, según mi parecer, lo han conseguido plenamente.
Se trata, en efecto, del motor Simca de cuatro cilindros en línea, montado en posición delantero transversal inclinada, de 1.442 c. c. de capacidad. Desarrolla una potencia de 83 CV. a 5.600 r. p. m., lo que supone una ganancia de tres caballos con respecto al motor francés, con lo cual las prestaciones en general son mejores que las del modelo galo. Su par máximo lo consigue a 4.200 r. p. m. y es de 12,3 mkg. A pesar de ello, su elasticidad es buena, con una capacidad de recuperación a bajos regímenes bastante alta. Su rendimiento es uno de los factores a destacar en el conjunto de cualidades del coche. Por su parte, la caja de cambios de cinco velocidades, de fácil manejo (salvo quizá la primera, que se muestra algo rebelde) y extraordinaria precisión, es otro de los elementos sobresalientes del coche. No se ha caído en la tentación de poner unos desarrollos largos en exceso y, si bien lo son algo, se ajustan muy bien a nuestras peculiaridades orográficas; la prueba está en que la velocidad máxima se consigue en quinta velocidad. Su escalonamiento es bueno en general, siendo el único hueco apreciable el existente entre las dos relaciones superiores, pero aun así no resulta muy acusado. El embrague, por su parte, presenta un funcionamiento sin tacha, con una progresividad y un tacto excelentes.
AL VOLANTE
COMPORTAMIENTO SANO Y CONFORTABLE
Un nuevo enunciado que encierra dos de las cualidades del 205-GT: su comportamiento y su confort de suspensión.
Su estabilidad es a toda prueba y resulta muy fácil y agradable de conducir. Se comporta de una manera prácticamente neutra en conducción normal, que se transforma en un ligero subviraje cuando se le fuerza; sin embargo, esto no se manifiesta más que en curvas cerradas a alta velocidad, cosa fácil de lograr por otra parte con este coche.
La dirección es buena, aunque se manifiesta como algo pesada, tanto en maniobras de aparcamiento como en curvas muy cerradas, donde, debido a los tirones del motor en aceleración, exige estar pendiente de ella para evitar un retorno brusco.
Los frenos, de disco en las ruedas delanteras y de tambor en las traseras, se comportan igualmente bien, siendo suficientes en toda situación y en cualquier solicitación a que se les someta. El único pero que se les puede poner es un tacto algo duro en el pedal, aunque no sea ni mucho menos significativo en el conjunto del sistema.
La suspensión, de cuatro ruedas independientes, es otro de los puntos conseguidos en el Peugeot 205-GT, está en el justo término medio entre dureza y blandura, confiriendo al coche un confort de suspensión sobresaliente, con la estimulante ayuda de unos asientos muy cómodos en cualquier tipo de terreno. En autopista es inmejorable, no notándose diferencia alguna en carretera de tipo Redia; pero lo que pone de manifiesto la excelencia del diseño de las suspensiones es que en carreteras de mal piso e incluso en tierra, su comportamiento sigue siendo bueno, consiguiéndose un confort muy por encima del que presentan, en estos terrenos, otros coches de su categoría.
Volviendo al tema del motor, muchos lectores se preguntarán si incide el mayor peso del motor en el comportamiento del coche. Pues no. Aunque efectivamente el motor de origen Simca pesa 25 kilos más que el motor francés, al Peugeot 205-GT español se le han puesto los tarados de suspensión del modelo Diesel, cuyo motor pesa igual que el motor de gasolina español, y así el comportamiento apenas se nota con respecto a su homólogo francés.
En cuanto a la adherencia, los neumáticos que calza el 205-GT, de 4,5 pulgadas y llantas de 13, en medidas 165/70 SR 13, hacen que sea muy buena, de ahí que se pueda conseguir una velocidad en curva ciertamente muy elevada. Se puede decir que está generosamente calzado, sin que sea excesivo para este modelo.
En resumen, un comportamiento sin tacha, un confort de suspensión inmejorable, una dirección buena aunque algo pesada y unos frenos eficaces y muy resistentes configuran este apartado.
PRESTACIONES DEPORTIVAS
Si ya en el modelo homólogo fabricado en Francia las prestaciones eran buenas, en el fabricado en Villaverde son excelentes; de lo que tienen buena culpa los 3 CV. más que rinde su motor. Tanto por sus aceleraciones como por sus recuperaciones está, sin lugar a dudas, a la cabeza de los coches de su categoría, ya sean nacionales o importados.
En este apartado, lo primero que atrae es el hecho, de que la velocidad máxima (casi, casi, 171 km/h.) se logre en quinta, lo que demuestra el talante deportivo del modelo. El mismo talante lo demuestra en sus valores de aceleración; en los mil metros salida parada conseguimos un brillante tiempo de 33,58 segundos, y no menos brillantes son sus 11,3 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. Pero quizá donde se manifiesta mejor es en recuperaciones, consiguiendo 13,51 segundos en pasar de 40 a 100 km/h. en cuarta, y 18,56 segundos en la misma medición efectuada en quinta velocidad, son valores que le ponen en cabeza de su categoría sin duda alguna.
CONSUMO AQUILATADO, AUNQUE IRREGULAR
Hemos constatado que en el apartado del consumo, su comportamiento, sin ser malo, es irregular y algo mayor que en su homólogo francés. Nos explicamos. Si el valor de 5,95 litros a 90 km/h. es bueno e incluso pequeño, no pasa lo mismo con los 8,4 litros conseguidos a 120 km/h., muy por encima del valor ofrecido por el fabricante. Esto nos da que pensar en dos cosas, o bien que es efectivamente algo más glotón de lo que se esperaba a esta velocidad, o que las condiciones en las que se realizó la medición, con fuerte viento en contra, han incidido negativamente en él.
El Peugeot 205-GT es un polivalente con talante marcadamente deportivo, de estética atractiva, comportamiento y confort excelentes, muy buenas prestaciones y motor de excelente rendimiento, aunque ruidoso. Un consejo: a pesar del cambio del motor, no deben dejarse influir por ello. Es un conjunto realmente excelente que merece indudablemente la pena.
CARACTERISTICAS TECNICAS
· Texto: M. Domenech (VELOCIDAD nº 1171, 3 de marzo de 1984)
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