Mercedes 300 TD Turbodiesel

Al usuario del automóvil, de un alto nivel social, que habita en las grandes ciudades europeas, cada vez le es más indispensable en su limitado tiempo libre el desplazarse fuera de la gran urbe para romper con la monotonía o el agobio de su trabajo. De este modo consigue su equilibrio psíquico y logra humanizarse en su contacto con la naturaleza, practicando a su vez cualquier modalidad de deporte.

Este tipo de comprador cada vez exige con más frecuencia, automóviles de aplicación múltiple, o sea, polivalentes con gran imagen.

Informada de esta necesidad por las numerosas encuestas realizadas, Mercedes Benz aumentó su amplia gama de turismos, en una variante de la carrocería, que la firma alemana no había fabricado anteriormente, naciendo la serie «T» (letra que significa «Turismo y Transporte») formada por unos Breaks de gran estilo, con cinco puertas, equipados de diversos tipos de motores de gasolina y Diesel, estando compuesta por cinco modelos, 230 T, 250 T, 280 TE, 240 TD y 300 TD.

Desde hace aproximadamente tres años Mercedes Benz comercializó en el mercado de los Estados Unidos, una variante de la categoría «S» equipada de un motor Diesel con turbocompresor por gases de escape, denominada 300 SD. Después de esta experiencia tan fructífera, por el alto rendimiento del motor, economía de mantenimiento y consumo, y unos niveles de contaminación muy bajos, Mercedes Benz ha lanzado recientemente en el mercado europeo el mismo motor sobrealimentado montado en el modelo cumbre Diesel de la serie «T», que es el que probamos para nuestros lectores y se personaliza con la denominación 300 TD Turbodiesel, siendo el único que equipa este sensacional propulsor, si bien está previsto el lanzamiento de una berlina próximamente.

SIGUE SIENDO UN MERCEDES

Exteriormente el Mercedes 300 TD Turbodiesel, pese a su carácter eminentemente práctico, sigue siendo un coche tan elegante como cualquier berlina. La parte trasera, de diseño completamente nuevo, ha conservado la armonía de líneas y el buen gusto.

Además, tratándose de un vehículo familiar, conserva parte de su aerodinámica posterior, lográndose al mismo tiempo un espacio para la carga de generosas dimensiones aceptando en total 700 kg .

La borda del techo forma la base para fijar el contenedor de viaje, sin dañar la carrocería, así como estructuras para transportar los esquís con sus correspondientes botas, patines acuáticos, pequeñas barcas, etc.

Como toda la gama Mercedes, este modelo está equipado con todos los avances en materia de seguridad, desarrollada por Mercedes Benz en estos últimos años, estando la carrocería formada por células de seguridad, con las zonas anterior y posterior de resistencia progresiva en caso de impacto. Sin duda alguna la firma alemana es una de las que dedica mayor presupuesto a esta investigación. En el interior, el nivel de equipamiento en general es irreprochable, más propio de una berlina que de un break, mostrando como ya es tradicional una alta calidad en el producto y una gran seriedad en todo el conjunto. Destacando por la limpieza de su lectura el completo cuadro de instrumentos y la práctica consola central con todos sus mandos muy asequibles, exceptuando el conmutador de luces colocado en el lado izquierdo del tablero al que hay que habituarse en su manejo.

El amplio y confortable habitáculo permite varias aplicaciones: en situación normal cinco cómodas plazas más un amplio maletero; abatiendo el asiento trasero queda un volumen de carga impresionante; abatiendo un solo asiento trasero para mercancías desiguales; abatiendo los asientos del lado derecho tanto el delantero como el trasero, para mercancías de gran longitud; también puede quedar solamente el asiento del conductor y como última variación una tercera fila adicional de asientos para niños colocados en sentido inverso a la marcha, con sus respectivos cinturones, estos asientos están replegados debajo del piso del maletero y con fácil accionamiento emergen.

RENDIMIENTO EXTRAORDINARIO CON LA TÉCNICA DE SOBREALIMENTACIÓN

El motor 300 D se produce desde 1974 y está derivado del 240 D de cuatro cilindros al que se le añadió otro en su momento, naciendo así el motor de cinco cilindros tipo OM 617, de una suavidad y equilibrio de funcionamiento envidiable. Actualmente su potencia, gracias a la sobrealimentación, ha podido aumentarse en un 42 por ciento, alcanzando los 125 CV al módico régimen de 4.350 r.p.m. debido al acoplamiento del turbocompresor Garrett, situando a este motor como el más potente en coches de turismo Diesel y prácticamente en el mismo plano que un motor de gasolina, pero pon la ventaja de su economía.

Al lograr esta potencia varias piezas vitales del motor han sufrido modificaciones para mantener su fiabilidad. Entre ellas destacaremos el cigüeñal nitrurado, pistones refrigerados por aceite, bulones de mayor sección, válvulas de admisión y éscape reforzada, estando estas últimas rellenas de sodio para evacuar mejor el calor.

Gracias a su elasticidad y reserva de potencia, el motor transmite su poder a través de un cambio automático de cuatro marchas con convertidor de par que confieren al vehículo la relación adecuada en cada momento o situación.

Quisiéramos hacer hincapié en la suspensión de ruedas independientes y especialmente en la trasera, ya que el vehículo mantiene su posición horizontal independientemente del peso de la carga, gracias a un compensador hidráulico de nivel, no quedando afectados por el peso ni los muelles ni la caída y convergencia de las ruedas traseras.

EL TURISMO DIESEL MÁS RÁPIDO DEL MUNDO

El proceso de arranque en el Mercedes 300 TD Turbodiesel, debido a la instalación del sistema de precalentamiento se acorta en un 80 por ciento reduciéndose escasamente a cinco segundos su puesta en marcha. La respuesta del motor así que engranamos el cambio automático es casi instantánea y podríamos decir inédita para un Diesel gracias a su impresionante par motor, a la perfecta adaptación del cambio y a la reacción del turbo, que responde alegremente pese al reducido caudal de gases, pero si pisamos el acelerador a fondo la reacción en cierto momento es muy enérgica, con una aceleración fulgurante. Mientras nos vamos familiarizando con el Mercedes nos damos cuenta de que se desenvuelve con soltura en cualquier situación, tanto sea en ciudad como en carretera, notando a su vez el motor menos ruidoso que en un Diesel normal, no sólo por las extraordinarias dotes de insonorización de un Mercedes, sino porque realmente el motor suena menos, siendo solamente perceptible su característico sonido al ralentí.

Su estabilidad es excepcional, incluso con el máximo de carga, y sus frenos, punto débil en cualquier automático, sensacionales con una progresión y un poder de detención inusitados para un automóvil de su peso. En cuanto a la dirección pese a estar asistida de una sensación de firmeza y seguridad en las trayectorias poco comunes, pues en ocasiones hemos comentado que una dirección asistida excesivamente sensible llega a molestar, por la sensación de ingravidez.

En sus prestaciones el 300 TD Turbodiesel es equiparable a los motores convencionales de gasolina, pero con un neto descenso en el consumo. De 0 a 100 km/h . lo realizamos en 15” 6/10 mientras que la velocidad máxima alcanzada con un peso total que superaba ligeramente las dos toneladas, era cercana a los 170 km/h . concretamente 168. En cuanto al consumo, se sitúa a las velocidades autorizadas por Tráfico en una carretera de tipo Redia o en una Autopista entre los 8 y los 11,5 litros a los 100 kilómetros .

En resumen, la personalidad del 300 TD Turbodiesel queda reflejada por su práctico diseño y por el extraordinario rendimiento de su motor. Quizás el motivo sea que Mercedes Benz es el fabricante de coches de turismo Diesel con más experiencia del mundo.

· Texto: Mario Chavalera (AUTOMOVIL nº 43, 1-agosto-1981)